Casa en la montaña en Olinalá, en un bosque lleno de encinos, cerca de la ciudad y con formidables vistas. La topografía particular del terreno y la posición de los árboles fueron determinantes y de inspiración para el desarrollo del proyecto de la autoría del prestigiado Arq. Adán Lozano. En esta casa impera la transparencia en un escenario de luz y sosiego, con un lenguaje contemporáneo en diálogo respetuoso con la naturaleza. Construida en dos módulos de dos niveles separados y conectados por un puente flotado y totalmente acristalado. En uno de los módulos se encuentra la habitación principal con su vestidor y baño, todo perfectamente trazado acorde a la estructura exterior, espacios muy amplios y con una apertura de acuerdo al entorno. En el otro módulo se destinaron las áreas complementarias, salas de estar y de servicios.
Desde la calle, se creó un acceso a la vivienda por medio de otro pequeño puente metálico y con piso de madera. En este nivel de acceso, se encuentra el área social muy abierta, el comedor, la cocina, la biblioteca y baño de visitas. En el nivel de abajo se localizan dos recámaras con sus áreas de baño y vestidores respectivamente.
Sus grandes ventanales aprovechan al máximo la luz y las vistas de la ciudad, de la montaña y del bosque.
Los techos abovedados con losas de concreto aligerado permiten alturas variables en su interior. La casa goza de una gran terraza exterior con estructura metálica y piso de madera que actúa como conector entre los dos módulos y permite el paso del terreno natural. Una mampara de cristal opaco empotrada en el piso separa la zona del comedor del área de cocina y es un elemento que le da modernidad y ambigüedad al espacio. Definitivamente, el protagonismo del medio natural existente y de quien la viva se hace indiscutible.